jueves, 18 de febrero de 2010

El sueño...


Érase si no mal recuerdo estando jugando en el parquecito de la esquina empezó a soplar una brisa duradera que trajo una nubes oscuras y tenebrosas tapando el sol tan brillante que se ofrecía esa misma tarde.

Empezó a llover flojeando la tarde que se ofrecía tan buena, no obstante, corrimos para nuestras casas, y nos encerramos en ellas como hormigas en su hormiguero. Llegué a mi casa, no había nadie y empezé a tener un ligero pánico.

Unos zapatos empezaron a retumbar la escalera,que era de madera, no me esperaba a nadie, pero en ese rato el pecho se me paraba y no podía respirar... Ese hombre terminó de bajar las escaleras ¡Dios mio! era un hombre viejo y barbudo,de barba blanca, se le empezó a alargar el cuello y mostró unos dientes horribles inclinó la cara para desgarrar la mía,y de repente,¡me desperté!
Rogelio Sanchez

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